jueves, 13 de enero de 2011

Motivación personal



Ha llegado el momento, el momento de hablar de cómo descubrí ese misterioso mundo de la fotografía. Hace un par de años, hojeando una revista, me llamó la atención unas fotografías de un chico, un chico malagueño llamado Edu Gómez.

Comencé a investigar sobre él, un licenciado en Publicidad y Relaciones Públicas por la Universidad de Málaga. Se dedica especialmente al diseño gráfico y a la fotografía de moda. En ese preciso instante mi vida dio un vuelco, todo lo que él es, era lo que yo había soñado ser durante un tiempo.

Llevaba un tiempo pensando en qué estudiar, qué hacer con mi vida, cuando mi mundo giraba entorno a la moda, diseño, danza y todo aquello relativo con la belleza, entendida como la expresión gráfica que muestra la publicidad, entendí que no tenía porqué elegir, que todo era posible, que allí en mis manos sostenía mis sueños puestos sobre otra persona, yo quería ser como él.



Aún sigue siendo una de mis mayores motivaciones, porque los sueños, sueños son, pero no son imposibles de cumplir. Aunque con el paso del tiempo mi sueño ha cambiado, y seguirá cambiando pero tiene unos ejes firmes, entre ellos la fotografía.

Hubo un tiempo que no supe nada de él, no encontraba noticias nuevas, ni fotos ni nada referente a ese chico malagueño que era todo un misterio para mí. Un día, no sé cómo sucedió, que encontré su perfil en un red social, y como una niña curiosa y tímida respaldada por el mundo virtual le mandé una invitación. Recuerdo que el día que me aceptó estaba tan eufórica como si hubiese conseguido el logro más importante de mi vida, es gracioso recordarlo. Visto desde fuera suena un tanto ridículo ahora que leo mis palabras.

El caso es que yo era feliz porque tuve la oportunidad de hablar con él, con un ídolo para mí. Con el tiempo su perfil en esa red social desapareció. Actualmente vive en Londres, sigue trabajando y aprendiendo, pues como él dice siempre hay que seguir aprendiendo.

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