El arte de fotografiar.

Al hablar de la técnica de la fotografía como la forma de realizarlas sin luego usar programas de retoque como Photoshop, podemos hablar de Eugenio Recuenco.

Recuenco estudió Bellas Artes, pero gracias a una profesora de la carrera descubrió la fotografía y fue así como poco a poco fue formándose en ella, siempre de una forma autodidacta, sin límites y sin reglas.

Actualmente al hablar de publicidad o moda, no sólo en España, sino de forma Internacional podemos escuchar su nombre. Ha llevado a cabo spots publicitarios tan conocidos como “Quizás, quizás, quizás” de Loewe.



Aunque actualmente sus trabajos más destacados son estos, él mismo afirmó en una entrevista “No me he decantado por la fotografía publicitaria, de hecho no me gusta. La publicidad me llama para que desarrolle imágenes para ellos, y yo me dejo porque tengo que comer de algo hasta que alguien considere que mis fotos son lo suficientemente valiosas por sí mismas como para convertirse en fotografías artísticas”.

Desde mi punto de vista sus fotografías sí son verdaderas obras de arte, de entre las cuales se me hace realmente difícil elegir para publicar en este blog, así que os dejo un enlace a su web.

Chema Madoz

Llegó la hora de hablar de artistas de nuestra época, entre ellos cabe destacar un fotógrafo que me ha influido mucho en la forma de ver el arte, este arte llamado Fotografía.

Hablo de Chema Madoz, no me ha influenciado por ser Premio Nacional de Fotografía, ni por su vida, ni por sus numerosas exposiciones, si no por su forma de ver las cosas.

Madoz no realiza fotos por hacer sino que las estudia y medita cada paso que da, quedando como resultado la expresión de un técnica muy depurada, en ellas interpreta cosas de la vida cotidiana a las que le da otro punto de vista, su punto de vista, transformándolas o dándole otros valores, creando así una serie de imágenes muy curiosas dejando claro la frase “No todo es lo que parece”.



Su técnica recuerda a las obras de Man Ray, del que ya he hablado anteriormente, por el toque dadaísta que inspira cada una de sus obras.

Hace unos meses tuve la oportunidad de ir a una de sus exposiciones en Cáceres, decir como interpreté sus obras es muy difícil, todas me inspiraban algo y aún, cuando lo pienso, voy cambiando de reflexión sobre ellas, son obras fascinantes que te dejan boquiabierto, o al menos esa fue la sensación que a mí me causaron.

Espero que a vosotros os guste tanto como a mí, os invito a la reflexión con algunas de sus obras.

Retratos del siglo XX

El canadiense Yousuf Karsh fue un fotógrafo, especialmente de retratos del siglo XX.


Mientras asistía a la escuela en su tiempo libre ayudaba a su tío, Fotógrafo de profesión, en su actividad diaria. Este al ver el talento del niño decidió mandarlo como aprendiz del gran fotógrafo John Garo.


Con el paso del tiempo abrió su propio estudio en Ottawa, cerca de la sede del Gobierno. Por lo que con el tiempo fue convirtiéndose en el fotógrafo de retratos de dignatarios extranjeros en visita oficial. Su fama creció cuando en 1941 le realizó una fotografía a Winston Churchill.

Las guerras van y vienen pero sus imágenes son eternas

El húngaro Ernö Andrei Friedman, también conocido como Robert Capa, fue un famoso corresponsal de guerra del siglo XX.

Tras el crack del 29, donde sus padres perdieron sus pertenecías, este conoció a una de las mujeres que tuvo mayor influencia en su vida, y probablemente sin ella no hubiese llegado a ser fotógrafo, Eva Besnyo. Desde su adolescencia ya tomaba fotografías con una cámara Kodak. Ella y su especial gusto por la fotografía motivaron a Capa a tomar este arte como una pasión.

En los últimos años de su vida escolar conoció a Lajos Kassák, quien dio a conocer la fotografía como una forma de dar a conocer las injusticias sociales.



A la mayoría de edad, Robert deja su país natal y viaja a Francia donde le dieron un trabajo como fotoperiodista en la revista Regards para cubrir las movilizaciones del Frente Popular. En esta etapa conoce a Gerda Taro que además de ser su novia, utilizaban indistintamente el seudónimo del norteamericano Robert Capa. Con esto entra la polémica al no saber quién de los dos tomó cada fotografía.

Al estallar la Guerra Civil en España, se trasladan a España donde realiza su famosa fotografía Muerte de un miliciano, cuya autenticidad ha sido puesta en duda por diversos motivos, que no entraré a explicar, pero dejo un enlace a otro blog que lo explica detalladamente por si alguien está interesado en conocer este debate sobre la autenticidad de dicha obra http://menymen.wordpress.com/category/fotografias/



Más tarde se traslada a los principales escenarios donde se desarrolló La II Guerra Mundial. Tomando fotos, en el famoso Día-D, por las que también obtuvo un gran reconocimiento.



Por todo su trabajo durante este conflicto, fue galardonado por el General Eisenhower con la Medalla de la Libertad.


Leyendo un resumen de la vida de este famoso fotógrafo, invita a la reflexión a aquellos fotógrafos amateur que pretendemos llegar algún día a ser como él. Siempre pensamos que el fotoperiodismo va relacionado con la inmediatez de la toma, pero hay más factores importantes como la proximidad, porque como Robert Capa decía: ” Si tus fotos no son lo suficientemente buenas es que no te has acercado lo suficiente”.

Documentos de guerra

El fotógrafo inglés Roger Fenton, fue el primer fotógrafo de guerra y uno de los pioneros en la fotografía en el siglo XIX.

En un principio el británico estudiaba Derecho, pero su verdadera pasión fue la fotografía.

Un día Gustave le Grav le enseñó unas fotografías de Arquitectura tomadas por él sobre papel encerado que llamaron enormemente su atención. Fenton empleó este mismo método para realizar sus primeras fotografías, que vieron la luz en Febrero de 1852.

Este tipo de impresión se llamaba calotipo y este era más suave y tenía una mayor calidad gráfica que el daguerrotipo.

Roger quedó tan impresionado con esta forma de hacer arte que abandonó su profesión como abogado para dedicar su vida a la fotografía.

En 1852 Fenton realizó diversas fotografías en Rusia, con las cuales ganó un gran reconocimiento.




En 1855 realiza por primera vez la fotografía de Guerra en la Batalla de Crimea.

Al llegar al lugar se dio cuenta que tendría dificultades con el clima. Los líquidos y placas fotográficas se secaban antes de incorporarlas en la cámara. El tiempo de pose debía de ser lento y debían de ser sacadas con alta intensidad de luz. Este era el principal problema, ya que la fotografía de guerra se caracteriza por la peligrosidad a la hora de hacerla y por la instantaneidad del momento de la fotografía. Regresó de la guerra con más de 360 placas donde sólo se podían ver soldados detrás de la línea de guerra, ya que su proyecto fue financiado con el propósito de no plasmar imágenes aterradoras.

Man Ray, otra forma de ver el arte

El artista estadounidense Man Ray, además de ser un impulsor de los movimientos dadaísta y surrealista en EEUU fue un destacable fotógrafo de principios del siglo XX. Desde 1918 comenzó a trabajar con Marcel Duchamp, otro gran artista de su época.

Antes de trabajar con la fotografía pasa por diferentes facetas artísticas como la música, la danza o incluso otros tipos de arte como el que experimenta junto a Duchamp con quien, en 1920, crea la Rotativa Placa de Vidrio (óptica de precisión), que consistía en una serie de discos transparentes ensartados en un eje que giran a merced de un pequeño motor eléctrico. El efecto ilusorio es el contrario de la perspectiva pictórica tradicional, que sugiere espacio donde no lo hay; aquí el movimiento anula la sensación de profundidad, lo que trae de nuevo a colación el interés de ambos artistas por el espacio n-dimensional.



Desde este momento, Man Ray comienza a crear obras experimentales basadas en los Rayographs
,fotografías tomadas sin cámaras, obtenidas con objetos expuestos sobre un papel sensible a la luz y posterior revelado.

Al pasar un tiempo, toma la idea de que sus obras son imposibles de vender por lo que comienza a realizar una serie de fotografías basadas en los movimientos que él propagaba, el dadaísmo y el surrealismo dando así como resultado una serie de imágenes como estas:



Tomando su vida como un resumen, podemos ver, que no le daba importancia a la técnica si no al concepto en sí, o como el diría “la búsqueda de la libertad y el placer; eso ocupa todo mi arte”.

Hablar de Ray es como hablar del concepto en sí que nos muestra el arte moderno, un arte sin limitaciones técnicas, donde todo es posible, donde la única frontera existente es la imaginación del artista. En este caso Man Ray nos enseña y promulga su forma de creación, la inspiración y la destrucción de reglas convencionales, por ello hoy escribo sobre él, para que en nuestras mentes siempre esté presente el concepto de creatividad en artes con tantas técnicas y reglas como puede ser la fotografía. Algo que muy pocos se pueden permitir.

El hombre obsesionado con el movimiento

En este blog dedicado a la fotografía hablaré de fotógrafos de gran relevancia o que han significado algo para mí.

Uno de los mayores fotógrafos de la historia, según mi punto de vista, es Philippe Halsman, quien se hizo famoso por su técnica “jumping style” o “jumpology”, aunque no siempre hacía fotos de personas saltando, sí lo hacía con movimiento, pues creía que las expresiones son diferentes, y le cautivaba el movimiento.

Lo más sorprendente es que este ingeniero judío pudiese crear este tipo de fotografías, ya no sólo por los utensilios que pudiese tener en su época, sino por el concepto, nunca antes visto. Digo sorprendente porque estas obras de arte fueron expuestas al público en 1949.

Entre sus obras, destaca The Frenchman, una “entrevista fotográfica” al cómico francés Fernandel, que al no saber hablar inglés, y al no saber Halsman francés, se le ocurrió la genial idea de hacer una batería de preguntas sobre Estados Unidos al que el cómico debía responder mediante la expresión facial. Dando como resultado este tipo de imágenes.



La razón por la que escribo mis primeras palabras en este blog sobre él, es porque la primera vez que vi una de sus fotos pensé que estaría retocado en photoshop o programa similar, ingenua de mí al no conocer sus obras, ni su vida, cuando me informé sobre quién era, quedé tan sorprendida que creo que es digno de mención, de estudio y de admiración. Admiración, esa es la palabra que siento por todos aquellos fotógrafos de los que hablaré en mi blog.